Hace sólo dos días, el miércoles 12 de octubre, aprovechando la festividad, fuimos Aurora y yo al Toneo. Las vistas del Toneo hacia el oriente de la cordillera, con la cercana Peña del Viento y teniendo también tan a la vista a Peña Ten, me aceleraron el pulso y las ganas de completar el recorrido por los dosmiles de la cordillera antes de que cambie el tiempo y lleguen lluvias y nieves a los altos.
Así, y de forma excepcional, el viernes 14 de octubre, después de trabajar me fui directamente a San Isidro. Con buen tiempo,y bastante calor incluso, aprovecharé la tarde para subir a la Peña del Viento y a la Rapaína desde el camino Wamba, teniendo en cuenta lo que me llevará el recorrido para no acabar de noche. De todas maneras, la linterna frontal que había preparado ¡me quedó en casa!. Pero tranquilos, que siempre llevo una pequeñita en la mochila, una de led`s con dinamo que no necesita pilas.
Cartel indicador del camino Wamba |
Enseguida están a la vista los objetivos del día, mejor dicho, de la tarde. La Peña del Viento con su característico crestón calizo y la enorme mole de cuarcitas de la Rapaína.
En vez de subir hacia la collada entre las dos cumbres, voy a hacer un recorrido en dirección a la collada Acebal para desviarme a la derecha y subir a la collada del crestón y de ahí a la Peña del Viento; luego bajaré a la collada de la derecha para subir a la Rapaína.
Subo la rampa herbosa hacia la colladina a la izquierda del crestón, dejando a la espalda la collada Acebal por la que se pasaría a la zona del lago Ubales.
Al llegar a la collada ¡menuda panorámica!. Debajo los bosques de Brañagallones y Valdebezón, con el Cantu del Osu; una linea detrás llevaría del Tiatordos a la izquierda, con el Maciédome en el centro a Pileñes y Peña Ten, redondeada, a la derecha. Y detrás, lo que nunca nos cansamos de ver y de admirar, Picos de Europa, desde Peña Santa al Torrecerredo y el Llambrión.
Ya por la cresta de la cima, el buzón de cumbres. A la izquierda Peña Ten y a la derecha el macizo del Mampodre.
Mi recuerdo también para Bernardo, del grupo con el que yo empecé |
En la cumbre, con el cercano Torres detrás. No está en la línea divisoria de la cordillera y no toca ahora, pero lo tengo en mente para volver a subirlo. El Toneo, a la izquierda, y la línea que va de él a Vegarada por el Fuentes, Oso, Nogales y Jeje recorridos días atrás.
Una mirada con zoom a la Peña Ten, para ver por dónde será mejor la subida. Conozco la descripción de la ruta, pero nunca la subí; en los últimos años íbamos a Arcenorio el 8 de septiembre a la fiesta de la ermita, pero pasando por Riofrío.
Descenso a la collada Agujas |
Bajo la collada, Valdebezón |
En la collada dos rebecos que estaban tumbados tranquilamente se levantan. Otro día más que gozo viéndolos correr con su agilidad característica.
Después de superar la loma ya se ven las piedras de la cumbre de la Rapaína.
Una mala foto por tanto sol, pero es la cumbre de la Rapaína, de 2.022 metros.
Detrás queda la Peña del Viento |
Bajo por una conocida vaguada que me lleva rápidamente a la pista Wamba. He ido rápido y aún quedan algunas horas de luz, o sea que la salida "vespertina" no ha estado mal.
Lagartija de rabo azul; posiblemente sea un ejemplar jóven por el color |
Descendiendo; despedida de la Peña del Viento y de la Rapaína |
Sábado 15 de octubre de 2011
Vuelvo para completar el recorrido; esta vez llego por el puerto de Tarna a las cercanías del pueblo leonés de La Uña para empezar el recorrido a Peña Ten.
No hay nada como disfrutar de lugares como este, tempranín por la mañana viendo la luna sobre el bosque de hayas.
Ya hiela por las mañanas con estas noches tan despejadas; la hierba está blanca y las tablas del puente heladas.
Dejando las praderas de Valdosín me desvío a la derecha hasta llegar a unas cabañas; en la primera ha pasado la noche un grupo de montañeros que salen al sol a desayunar. Desde aquí me oriento para iniciar la subida a Peña Ten.
Bordeando la roca hacia la izquierda sube una canal herbosa muy empinada; tiene trazas de senda y una línea de "jitos" que van marcando la dirección. Llegado a una altura, la canal gira a la izquierda y continúa en fuerte pendiente; si se sigue de frente se llega a un collado y habría que seguir "to tieso p´arriba".
Se acaba la canal llegando a una collada desde donde se el anfiteatro de Peña Ten. Desde aquí se continúa a la izquierda por la ladera arriba.
Bordeando las paredes calizas del circo se llega a la parte alta de la arista.
Ya por ladera contraria a las paredes, la senda continúa por las rampas herbosas y rocosas de la vertiente de Pileñes. Tengo a la vista el mojón geodésico de la cumbre.
En la cumbre, con el buzón y Picos de Europa detrás.
Vista al occidente, con los montes de Redes delante y con la cordillera estirándose hasta Ubiña, que se ve desdibujada al fondo. En el centro destaca el Pico Torres en San Isidro. Alrededor todo un mundo de montañas y valles como para hacer cientos de ascensiones sin salir de Asturias.
Puertos de la Fuenfría |
Desciendo por el mismo recorrido; la cresta y al fondo el Mampodre.
Es un recorrido entretenido ir por esa estrecha senda a caballo de las dos vertientes de Peña Ten.
El camino y los paredones de Ten; abajo a la derecha el puerto de Ventaniella |
Bajo la pedregosa ladera de las Pedrices de Peña Ten, las praderías de Valdosín y las cabañas.
La cabaña superior o majada de Lario |
Interior de la cabaña de abajo o de Polvoredo |
Al fondo Pileñes |
El ganado en las praderías de La Uña |
Con esta bonita imagen de Peña Ten se cierra el recorrido de los dosmiles de la cordillera entre Asturias y Leon. A partir de aquí, la altitud baja de los dos mil metros, y la línea divisoria "entra" en los valles que vierten sus aguas al Cantábrico; los municipios leoneses de Sajambre y Valdeón son cabecera de los ríos Sella y Cares.
Aparte de la divisoria administrativa de provincias, la relación entre los habitantes de los pueblos y aldeas de ambos lados de la cordillera fue siempre complementaria, y los intercambios comerciales históricos dieron vida a todos estos pasos entre las altas montañas. Hoy los montañeros sólo recorremos los caminos y sendas que hicieron a lo largo de siglos pastores, ganaderos y habitantes de estos pueblos en el desarrollo de su vida diaria; para ellos y para esas formas de vida ancestrales que pugnan por no desaparecer, un recuerdo desde estas líneas.
¡ Un saludo a todos, amigos !
No hay comentarios:
Publicar un comentario