De nuevo desde Tuiza con un objetivo "potente" para hoy: subir al Crestón del Pasu Malu, parte de la dorsal del macizo y, junto con el 3º Castillín, las dos cumbres más dificiles de este "proyecto" de los dosmiles de la cordillera.
Acercándonos al Meicín Antonio y yo; hoy saldré en más fotos ya que él va filmando y haciendo fotos del recorrido.
El refugio del Meicín y la Peña Cerreos.
Subiendo hacia la Forqueta del Portillín.
Vista al Portillín oriental; Antonio ya subió a este primer Portillín y tiene ganas de hacer el recorrido de toda la crestería de los Portillines hasta la Pasada del Siete.
Desde la Forqueta del Portillín vemos el Crestón: el recorrido sería por la arista desde la derecha hasta la brecha central para luego alzarse a la cumbre.
Iniciando la subida del Canalón del Buey por los joyos de Cueva Palacios; detrás las cumbres del Fariñentu al Prau Albo.
Por la izquierda los agrestes perfiles de los Portillines que proyecta recorrer Antonio; la zona oscura es la canal de subida a la Pasada del Siete.
Antonio encaramado al inicio de la arista que lleva al Crestón.
Tres imágenes de la arista hacia la cumbre del Crestón acercándose con el zoom de la cámara de Antonio.
Parte de la arista con Peña Ubiña detrás.
Antonio por el recorrido inicial de la arista.
Aquí Antonio en el punto donde me va indicando que la dificultad no es mucha. Pero me pongo nervioso pensando que aunque pase la arista quizá sea peor a la vuelta y no puedo seguir. A pesar de la confianza que tengo en Antonio por su conocimiento y experiencia no me veo con fuerzas para seguir; estoy nervioso y no tengo confianza en poder seguir con soltura. Para no meterme yo - ni a él - en problemas, prefiero renunciar y dar la vuelta.
Estando tan cerca y para tranquilizar un poco mi ánimo, nos acercamos a las cumbres de los Fontanes, donde había subido hace unas semanas; aquí en el Fontán norte (2.417 m).
Cumbre del Fontán sur (2.408 m) |
Efectivamente, aquí soy la imagen de la tristeza por no haber conseguido subir el Crestón. Algo me atenazó en los primeros pasos por la arista que me impidió concentrarme para seguir; el destrepe de aquellos metros y la sensación de no estar seguro para recorrer la arista de vuelta me hizo renunciar a seguir.
Los ánimos y el apoyo de Antonio, que conoce cada paso de la arista, no fueron suficiente; no quise ser una carga para él si la cosa se "torcía".
Pero muchas gracias igual, amigo. Disfrutamos de la cumbre de los Fontanes y de un día juntos que seguro que volvemos a repetir. ¡Hurra por ti, compañero!.
Vista la 14ª foto (contando desde abajo), no me extraña.
ResponderEliminarNo suelo tener vértigo, pero una vez me dió un ataque en la Sagrada Familia, al subir una escalera de caracol sin barandilla y con arcos sin cristalera; así que imaginar el paso por esa cresta, ida y vuelta y con el viento soplando ¡brrrrr!