Teníamos pensado salir el sábado de monte; un compañero de trabajo y otros amigos de Veguín pensaban ir al Tiatordos y yo también me había apuntado. Pero el pronóstico del tiempo era malo ya para el viernes, con bajada de temperaturas y un frente que traería chubascos y nieve a los 500 - 800 metros. Por eso la salida quedó aplazada.
Pero el domingo, ya que por la mañana no llovía, Aurora propone salir a dar una vuelta por algún sitio cercano, y pensamos en las hoces del Llaímo, más conocidas como Ruta del Alba. Así nos acercamos a Soto de Agues y allí empezamos el recorrido. El día está frío, sopla el viento, pero hemos elegido bien, porque las cumbres están a veces cubiertas y se ve una ligera capa de nieve caída.
El cartel que la indica es, junto con otros situados por la ruta, muy didáctico; apropiado para niños y público en general no exclusivamente senderistas o montañeros. Un camino al principio hormigonado y que ha sido polémico por el "exceso" de cemento, cuando podría tener enlosado de piedra al estilo tradicional, pero es más rápido de construir así. Hasta el puente del Retorturiu, donde se separa en tres direcciones, está hormigonado. A partir de aquí, donde hay un pequeño área de descanso con mesas y bancos, sigue el camino de piedra - y barro -.
Saliendo de Soto de Agues |
Aprovechando el agua para abrevaderos |
Grandes nubes cubren los montes |
La piscifactoría; truchas del Alba |
¿Laboratorio? ¡Pero no es el mío, que hoy descanso! |
No hace falta comentar nada de las imágenes; el agua cayendo en cascadas, el sonido que retumba en las paredes del desfiladero ...
Ya estamos acostumbrados a ver patos; incluso en zonas más urbanas se instalan todo el año. Aquí en un río de montaña son más excepcionales.
Un antiguo cargadero de las minas; aquí se abre de nuevo el paisaje a praderías y alguna cabaña.
Después del puente del Retortoriu, a la derecha se subiría hacia Argumosu, el Pando y la Trapa camino del afilado Corbellosu. A la izquierda, continuando al principio al lado del rio, podríamos seguir en dirección al collado Isorno, sobre el pueblo casín de Caleao. Y siguiendo de frente, por camino ya de piedra, con agua y barro, seguimos el curso del río hacia la Cruz de los Ríos.
El camino se va estrechando y se va llegando a otros puntos donde el río se encajona y cambia de dirección.
Un poco antes de llegar a una gran cascada, donde el camino se convierte en escalones de piedra para superar la altura del cauce, me quedo sin batería en la cámara. Una pena, porque queda aún un trecho hasta la Cruz de los Rios, donde se juntan el río Tronquiellín que baja del pico La Forcada y el Cuchu; el río L´Alba que baja del picu Praera y de la Forada -donde estuve días atrás- ; y de las laderas del Retriñón baja el ríu Llaímo, que da nombre a la zona alta boscosa que hay bajo todas estas cumbres.
Aquí, en la Cruz de los Ríos, hay una cabaña-refugio de pastores; tiene el tejado castigado por los vendavales del invierno que han levantado la cubierta de tejas, y algún vándalo rompió también alguna ventana.
En fin, que faltan algunas fotos; como siempre, la que no hiciste podría ser la mejor, como la de un mirlo acuático precioso, que no se quedó un segundo más para que hiciese la foto, o como el bosque de Llaímo, aún con neveros en esta cara norte y con una ligera nevada cubriendo sus árboles. Por eso ¡habrá que volver otro día!.
¡Un saludo!
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