domingo, 22 de abril de 2012

La foz del rio Nozalín (Sobrescobio)


     Hay que aprovechar una mañana de buen tiempo, y aunque no habíamos pensado nada para hoy, preparamos un par de bocatas y vamos a Sobrescobio. La altitud, no mucha, la cercanía y la variedad de rutas hace que vengamos a gusto por aquí.


     Hoy vamos a las foces del rio Nozalín, ya que no llueve. Llegamos a Soto y pasando por San Andrés comenzamos  a subir tras pasar las praderías cerca del pueblo.


     El camino va alto sobre el cauce del rio, pasando por el bosque. Es un recorrido por pista que nos acerca a las foces.


     La flor de los cerezos destaca sobre el resto de árboles aún apenas sin brotes, como los castaños y los robles que vamos viendo. Más abajo el rio hace un estruendo por el agua que lleva después de tantos días de lluvia.


    En la parte más estrecha del desfiladero, con altura sobre el rio, la pista está acondicionada y con barandillas de protección.


     El agua ruge en el fondo del barranco; todos los regueros bajan colmados de la lluvia y del deshielo de la nieve por los altos.


     A mano las flores de los cerezos, que ponen ese punto de color en la aún temprana primavera. En cuanto luzca el sol unos cuantos días habrá una explosión de verdes y de color en los valles.

Detalle de la flor del cerezo



     Donde más se estrecha el camino con el cauce del río, se forma esta bonita cascada. Ya se suaviza un poco el camino, que a partir de aquí va junto al rio un buen trozo.



     Vamos caminando al lado del rio; lo volvemos a cruzar y luego, por una serie de zig zag subimos por las primeras praderas y cabañas de la majada de Feleches.



     Como si hubiese marchado ayer el pastor, y hubiese dejado la caja de herramienta y los clavos para arreglar las cercas de los praos.

La cuadra y cabaña de Cosme
En la ventana pone el nombre del dueño

¿Piedra o tronco fósil?



     Aurora se rie porque antes había posado yo junto al tejo y parecía que caíamos el tejo y yo cuesta abajo.



     La pena es que muchas antiguas cuadras se van viniendo abajo; ya no se sube a ellas, y cuando empieza una gotera, o un vendaval levanta tejas, o sencillamente pasa el tiempo, las cabañas se van reintegrando a la tierra de la que salieron.


Piedra y madera vuelven al suelo


     La Peña Riegos, a cuyos pies por la otra ladera está Caleao. Aquí subimos Carmen, Olaya y yo en una ocasión con el grupo Fariu.


     Si miramos hacia atrás, al oeste, vemos cómo las nubes tapan Peña Mea; aquí quedan a la vista le picu Cuchu, a la izquierda, y la  Forcada, a la derecha. Las nubes de lluvia se van acercando.


     Llegamos a la parte alta de la majada Feleches, a 1.120 metros; nos llama la atención esta cuadra y cabaña y nos acercamos a verla. La puerta se puede abrir y entramos: es como si el tiempo se hubiese detenido hace unos años, con el interior tal y como quedó en la última estancia del pastor hace unos años ya.


El catre para dormir

Una correa de cuero y una pomada para la mastitis de las vacas

Abrimos la puerta del armario ...

Otras medicinas veterinarias con útiles del pastor

Herramienta antigua: la fecha en la pared, 1.953


     Pequeñas cabañas de pastor y restos de corros para ganado en la campera.


     La fuente mana con un chorro impresionante: el agua de 3 semanas seguidas de lluvia.


     Hacia el norte, a nuestra espalda y muy cercanas, las cumbres de la Mozquita y algo más allá las rocas del Cuyargayos, donde nos habíamos acercado hasta la collada Imblenes con bastante nieve, subiendo por Ladines.


     En la Campa la Cruz nos hacemos una foto: asoma peña Mea, que se empieza a cubrir con nubes, y los afilados picos característicos, el Corbellosu, el Cogollu y el Guanalón.


     Hacia la vertiente de Caso, soplando bien el viento tenemos destacada Peña Ten a la izquierda, detrás de mí Peña Ten y Pileñes, y cerrando a la derecha el pico Cuervo y el Visu la Grande.


     En la Campa la Cruz; detrás, en verde, la majada Feleches y  más atrás la peñona caliza de la Peña Llagos. Destacan en el horizonte los afilados Corbellosu, el Cogollu, el Guanalón y la sierra de Les Crespes.


     De nuevo se cubre Peña Mea y se oscurecen Corbellosu y Cogollu; la suerte de que las nubes estuviesen hacia la cordillera se nos acaba y nos va a tocar mojarnos.


     Aquí nos llega la lluvia: durante un rato cae un pequeño chaparrón, pero pronto pasa mientras descendemos el valle de la majada Feleches.


     Me fijo en el camino en los restos de una pila. Para los que tenemos "pila de años" la reconocereis: es una pila de los años 70-80, de marca Tximist-Leclanché. Recuerdo que hubo una expedición vasca por aquellos años que se llamó "Expedición Tximist al Everest". Hoy en día, que se multiplican los residuos, hay que ser mucho más cuidadosos de lo que se era hace años con las basuras por el monte -y en el valle lo mismo-.


     Curiosidad de botánica aficionada: ¿que habrá encontrado Aurora?. El fotógrafo la sorprende investigando la flora.



     Bajamos valle abajo; estamos de nuevo a los pies de la Peña Llagos, en la estrechura de la foz.


     Esta claro ¿verdad?. No hagamos el turista y respetemos siempre las praderías sin segar no pisándolas, las cabañas, las portillas si están cerradas dejarlas de nuevo cerradas al pasar ....

     Unos rayos de sol se cuelan en el valle, mientras llueve al fondo, en el Trigueiro de Peña Mayor; estamos sobre el barrio de Agues, y yendo a la izquierda pasamos por San Andrés para llegar a Soto, de donde habíamos salido.


     Soto está a los pies dela sierra del Crespón, formada por el Guanalón, el Cantu Cerezal, les Crespes, Rearcu y Faltiñosu, que separan el concejo de Sobrescobio del concejo de Laviana. ¡Sonoros nombres para picos modestos de altura pero bravíos y escarpados!


     Más arriba en el valle se encuentra Ladines o Llaínes en asturianu, por donde subimos hacia la peña Cuyargayos hace unas semanas.



          Acabamos aquí otro día de actividad montañera por las sierras interiores de Asturias, con una mirada precisamente al Cuyargayos, aún con nieve, y al pico La Mozquita, cercano a donde estuvimos hoy.

¡ Un saludo !

miércoles, 18 de abril de 2012

Tarjetas de cumbres

     
     Como llevamos dos semanas de lluvia y mal tiempo que hacen que no apetezca mucho salir de monte, y vamos camino del tercer fin de semana de mal tiempo, me entretengo actualizando el blog con estas tarjetas de cumbres que voy recibiendo (¡ya pensaba que no volvería ninguna!). Como vereis, en cada una hay una pequeña historia, como en esta del Tambarón, en la zona norte de Ubiña, donde estuvimos Aurora y yo el 26 de noviembre, sin nieve y con buen dia de sol y despejado.
     Esta tarjeta tardó casi 4 meses en ser recogida. Me devuelve la tarjeta un montañero que, por lo que se puede apreciar, durmió vivaqueando en la vega; fijaros que exclama:"¡luna preciosa!" y a las 8:30 ya está en la cumbre del Tambarón. Es probable que siguiese cresteando los demás picos de esta zona, Huertos del Diablo, Ranchón, Pachón ... quizá hasta el Colines si la nieve y el hielo se lo permitió ...


     A la Forcada subimos Antonio y yo el 31 de diciembre ¡para abrir el apetito para la cena de nochevieja!. Todavía cuando bajábamos a mediodía subían un par de montañeros a pasar la tarde por la cumbre.
     El 24 de marzo, casi tres meses después, y eso que es una cumbre bastante conocida y popular, nos devuelven la tarjeta Lito y Fidel, de Moreda. Bueno, fijaros en la siguiente tarjeta:



     ... Fidel y otros amigos de Moreda habían estado en el Cuchu el mismo día de enero que Antonio y yo. Además, ese día los vimos de lejos: cuando nosotros bajábamos de la cumbre, se acercaban tres personas por la collada, aunque subieron por otro lado y no pudimos saludarlos.

     Por último, cuando subimos al Pierzu Aurora y yo, nos adelantó un guarda forestal del Principado; luego, en la cumbre estaban un chico y una chica, y al bajar nos cruzamos con un matrimonio con su hija que subían al paso de la niña. Pero ese día también subieron un grupo de montañeros del Trasgu Andayón, de Gijón, que fueron quienes nos devolvieron la tarjeta.


Edito:
Hoy, 23 de abril al abrir el buzón de correos me encuentro esta tarjeta, que me devuelven socios del G.M. MIES, donde empezó nuestra andadura montañera con Paco Mármol.


     Aquí la pongo, para que la disfruten también nuestros amigos de Veguín. ¡Y a ver si va parando la lluvia y volvemos a salir más a menudo!.
     (Por cierto, añadí un vídeo de Antonio en la cumbre del Maciédome, o sea que pasaros otra vez por la entrada del Maciédome y disfrutaréis de la cumbre y sus vistas)


     Bueno, nada más para compartir por ahora. ¡Un saludo!