sábado, 24 de marzo de 2012

Maciédome (1899m)


     Hoy si, con buen pronóstico de tiempo nos animamos con los de Veguín a hacer una escapada. Después de dudar si ir a Ubiña, nos decidimos a ir a Pendones, al Tiatordos. Pero como todos habíamos subido en alguna ocasión, propongo ir al Maciédome y la gente, gustosamente, lo acepta.

     Salimos pronto, y tras dar alguna vuelta por Pola Laviana y Rioseco buscando una panadería abierta, la encontramos en Campo Caso. De ahí a Pendones, donde nos recibe amistosamente "Nilo", el perro que acompaña a muchos montañeros por estos montes.


     Vamos a subir como si fuesemos al Tiatordos, al que contemplamos aquí tras la Foz de la Palombar. Llegado un punto dejamos la riega de la Palombar y cruzamos la que baja del regueru Forniellu.



     Subiendo las cuestas de Montefoz vemos atrás el picu La Senda, donde estuvimos con el G.M. Fariu, la afilada Carrasca y a su lado el picu Los Fueos.


     Por delante va "Nilo", vigilante de que Aquilino, Jose y Antonio sigan sus pasos y no se despisten charlando.


Detrás vamos Isidro y yo, charlando también, pero a un ritmo más suave.


     El regueru de la Resquiebra baja por la Foz del Congostín seco; las rocas están llenas de cuevas y agujeros de formas caprichosas.


     Caprichosas son también las formas de estas "fayas" retorcidas donde las vallas de largos y finos troncos que cierran esta pradería encajan en sus huecos.



     A medida que vamos ganando altura tenemos mejor vista de los picos la Senda, la Carrasca y el Altu los Fueos.
    
El Tiatordos sobre el bosque de Pandellanza


     En la arreglada cabaña de cazadores de Recuencu comemos algo sobre la marcha; esta gente tiene fuelle y "Nilo" sigue marcándonos el camino por delante.


     Por seguir unas huellas por las primeras manchas de nieve no vemos la fuente que hay en esta pradería; luego a mí me escasearía el agua por el calor que pasamos más arriba.


     Aquilino fue quien más caso le hizo a "Nilo"; se entendieron bien desde el principio y luego "Nilo" ya no se separó de él en todo eldía, siempre pendiente de dónde estaba y preparado para jugar, revolcarse en la nieve o echar una carrera delante de nosotros.


     Llegando a la majada Llagu; en esta zona también hay una fuente que pasamos de largo.


     Descansando un rato, mientras "Nilo", que es muy fotogénico, no se sienta ni siquiera para posar en la foto del grupo.
Collada Llagu y cabañas


Cabañas de la majada Llagu con el Tiatordos al fondo; apenas quedan dos en pie


     José Manuel ya está preparado para continuar; atravesaremos el bosque subiendo hacia la base de esas paredes, para dar la vuelta y subir por la pala nevada que se ve en la arista del fondo.

Una fayona en la base del pedreru que vamos a pasar

     Subiendo el pedreru ya vamos pisando nieve más seguido; hace calor y Isidro y yo vamos cerrando la fila.


     Venimos tras estas palas de nieve y luego vamos a bajar por la zona verde bajo los xerros que vemos delante para bordear esas lomas y bajar por el valle de la izquierda. En medio de la imagen, en el valle, vemos Bezanes.
Isidro y Javier en la pala


     Tras superar la pala nevada nos asomamos a la arista que baja de la cumbre del Maciédome.


     Poco a poco, con cuidado, subimos por al nieve algo dura pero que permite hacer huella. Subimos hacia las manchas de rocas y brezos para evitar un resbalón. Ya vemos la arista nevada de la cumbre.


     Antonio en la arista, en una imagen muy alpina. Todo el día hemos hablado de Alpes, porque tanto Antonio como Isidro subieron al Mont Blanc y otras cumbres entre Francia y Suiza.


     A un paso ya de la cumbre del Maciédome, recorriendo los últimos metros por una preciosa cornisa de nieve sin ningún peligro.


     ¿Y quien llegó el primero? ¡"Nilo", por supuesto!. Aquí se relaja un rato mientras los "humanos" van llegando, hacen unas fotos y sacan la famosa "tortilla especial de Isidro", el "chorizón estilo Alimerka" y la "mermelada energética bebible". Pero "Nilo" es listo y no come pan ni galletas, solo chorizo de casa y jamón bien cortado en finas lonchas.

Foto de cumbre con Nilo


     Vistas a los montes de Caso, de menor a mayor altura, la Senda, Carrasca, Alto los Fueos, Campigüeños y el poderoso Tiatordos.


     No menos impresionante la vista a Ponga; debajo la pista que lleva a Ventaniella, y delante el Recuencu y el Collau Zorru; por detrás los tres macizos de Picos de Europa.

La reina de Picos; Peña Santa

Peña Ten y Pileñes, ¡vaya par de peñes!


     La arista por donde volveremos a bajar con nuestras huellas de subida; delante el puerto de Tarna y al fondo los Mampodres.


     Antonio observa atento mientras vamos bajando con tranquilidad y precaución la pala nevada.


     Ya por una zona mas cómoda seguimos la bajada; en verano es una cuestorra, pero con nieve conviene  tomar precauciones.


     Ya hace un rato que "Nilo" y Aquilino pasaron por aquí; nosotros vamos más tranquilamente mientras ellos llegan a la collada y majada Llagu.

La collada Llagu; detrás la Senda, Carrasca, Altu los Fueos, Campigüeños y la llomba del Tiatordos


     Bajando ya de la majada Llagu hacia la majada de la Vega Texeu se aprecia mejor la extensión del Maciédome.


     Casi pasan desapercibidas la cabañas adosadas a la pared de la Vega Texeu.


     Mirando atrás disfrutamos de otra vista del Maciédome; en medio, bajo esa fayona, hay una fuente y un pilón para el ganado.


     Otro bonito rincón: la cabaña de la majada Pandevilla.


     Bajamos por la ladera bajo los Xerrones; aire cálido y temperatura alta. Abajo, el valle del Nalón.


     Llegamos a un bosque de hayas, acercándonos ya a las cabañas de la Llongar.

La alargada sombra del fotógrafo


     En la collada la Gasgasa llegamos a la pista que sube de Pendones y que lleva por el valle del río Corralín a Vega Baxu, un largo recorrido hasta llegar a los pies del Maciédome.


     Ya tenemos a la vista el pueblo de Pendones; el largo camino y el calor nos pasa factura. Lo solucionamos con unas cervezas en Casa Juan, que es el hogar de "Nilo".

El Tiatordos desde Pendones
      Os añado un pequeño vídeo de Antonio, con la llegada a la cumbre y las vistas que gozamos desde allí.


     Nada más; en resumen un buen día de primavera, una montaña con una aproximación larga pero una cumbre muy guapa, una compañía variopinta y de buen humor todo el día, las cervecinas al llegar ...

   
¡Un saludo!



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