Primer domingo del año, y como hacíamos otros domingos hace tiempo, vamos a Cangas de Onís y damos una vuelta por el mercado. De allí, por la carretera del puerto del Pontón, vamos a Puente Dobra a recorrer un sendero de Pequeño Recorrido por el concejo de Amieva. Aquí la "mecedura" del Dobra con el Sella.
Vamos recorriendo una pista por la margen derecha subiendo el curso del Sella; pasamos al lado de varias construcciones, entre cabañas de piedra y nuevas construcciones. Aquí un pequeño grupo de ovejas, muchas de ellas con sus corderos paridos hace poco tiempo.
Ya hay que tener puntería para meter la pata justo en medio de la boñiga; ¡estos perros!.
El río baja en ocasiones bravo, con rápidos como estos.
En las cabañas frente a Corigos las vacas se asoman a la ventana de la cuadra.
Cabras ramoneando junto al río |
Ya salen las primaveras |
Las casas al lado de la carretera son pequeñas poblaciones hasta llegar a Pervís; aquí después de pasar por la antigua escuela ahora Centro Social y subir al núcleo del pueblo, entramos entre las callejas y nos salen un montón de perrucos que no paran de ladrar. Tras preguntar por donde sigue el Camino de la Reina, nos indican una pista hormigonada en fuerte pendiente que nos lleva a la parte alta del pueblo, donde dominamos las praderías de Pervís, y un poco más adelante vemos el pueblo de Vega de Pervís.
El camino va ganando altura sobre el río y la vega, primero por caleya embarrada y más adelante por una senda que va medio tallada en la pared caliza, entre las encinas de estos paredones y con vegetación que tapa la vista del río. Aquí es estrecha y no está marcada como Pequeño Recorrido, quizá por ser una senda sin protección y más "montañera".
Así llegamos al Puente los Grazos, donde el camino se ensancha y se hace pista, con barandillas de madera como protección a los senderistas. El río aquí es profundo y tiene ese color esmeralda tan característico.
Un mirlo acuático "capturado" de lejos |
Un grupo de patos pasan sobre nosotros |
Tras una subida se llega a la altura de la "mecedura" de río Ponga con el Sella y el camino gira en dirección al valle que lleva a Sellaño. Aquí está el área de recreo de Trambesagües donde paramos a comer, aunque a la sombra está frío.
"Corros" para guardar castañas |
Un arco natural de madera |
Aquí empieza la segunda parte del recorrido de hoy: el Beyu Pen. Un cartel nos informa de lo que nos vamos a encontrar: además de ser una guapa senda por un desfiladero con el agua formando cascadas y pequeños saltos, se ha recreado un espacio para la imaginación y la fantasía con seres de la mitología asturiana, que nos esperan en los rincones más inesperados.
Troncos, árboles caídos, peñascos ... que con un poco de imaginación nos llevan al mundo de la mitología asturiana.
Tronco de un poderoso castaño con formas en las que se puede imaginar una presencia mágica.
El Busgosu |
Para niños y mayores esperan sorpresas en el recorrido del camino estrecho entre el río y al imaginar que la piedra cobra vida en forma del busgosu, la llavandera, la bruxa... eso sí, amistosos en cuanto miras para ellos y te ven como amante de la naturaleza.
La Llavandera |
Setas mágicas del bosque encantado del Beyu |
El camino, bien empedrado, sigue subiendo, separándose del río hasta llegar al pueblo de Pen, en la carretera que viene de Argolibio.
Gómez y Lobo hicieron esta ruta |
La humedad hace que crezcan musgos, helechos y líquenes de muchas especies.
Aurora se hace amiga del Busgosu y ambos se fotografían juntos.
Sin llegar a subir a Pen, volvemos sobre nuestros pasos. Al bajar de nuevo al Sella, si continuásemos curso arriba llegaríamos a completar el Camino de la Reina hasta Argolibio, que es el final de este recorrido de agua, bosque y seres mitológicos.
Volvemos al punto de partida en Puente Dobra; como hay poco tráfico lo hacemos por la carretera, viendo el medieval puente los Grazos, en rampa ganando altura sobre el río y con arco apuntado, pasando por la Vega de Pervís, Corigos y Miyares. Al final llegamos cansados de pisar por el asfalto; hubiese sido mejor alternar carretera con el camino por la otra orilla.
Un aparato agrícola de hace unos años, que se usaba para sembrar repartiendo las semillas por los riegos tirado por un caballo, se oxida ahora ya sin uso.
¡Un saludo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario