domingo, 13 de noviembre de 2011

Sierra del Aramo: La Mostayal (1.304 m).


     La Mostayal fue la primera cumbre que subí, y también la primera salida de los inicios del Grupo MIES, en aquellos locales de las Escuelas del Ave María, en San Lázaro. Eran años de escasez, de pocos medios, suplidos por el entusiasmo de la gente que empezábamos, chavales y mozas del barrio, con algunos mayores como eran Paco Gómez Mármol (os suena, ¿verdad?) o Toño, seminarista, de orígenes en Sta. Cruz de Mieres y que fueron quienes empezaron a dirigir a aquel grupito de gente joven. Paco tenía sólo 39 años, Toño creo que veintipocos y yo, por ejemplo, 14.


     Ya veis que nuestros destinos eran a donde llegaba el tren del Vasco, porque aún no teníamos posibilidad de alquilar un autocar. Por eso repetíamos  las rutas, ampliando poco a poco el historial; 10-12 salidas al año, no más. En dos años subimos 4 veces a la Mostayal.


     Pensando un pico donde ir  Aurora y yo, hablamos del Monsacro, o de la Mostayal, ambos cercanos a Oviedo. Sin decidirlo, al llegar al embalse de los Alfilorios seguimos en dirección a Peñerudes; me pregunta Aurora ¿pero no íbamos al Monsacro?. Bueno, ya nos dirige el destino hacia la Mostayal.


     Salimos del barrio de La Boza, que ahora es una calle con casas en la cuesta arriba; hace años sólo había praos y alguna cuadra.


     Desde nuestra casa de Oviedo veíamos de chavales las cuestas de los praos al pie de la Mostayal. En invierno, si caía una nevada fuerte, prestaba ver nevados los Praos de la Leche, como siempre los llamamos; no sé si ese era su topónimo correcto.

Un noble rucio nos saluda al pasar


     Ya no subimos por los praos de la Leche; una pista hormigonada y luego de tierra nos lleva a la base del peñón blanco donde, cuando íbamos hacia Brañacé y la Gamonal, bordeábamos a la izquierda toda la cumbre de la Mostayal; si subíamos a la cumbre, por la derecha un camino empedrado nos llevaba a las majadas de la Peña la Vara.



     Ganando altura sobre Peñerudes, con vistas a la torre medieval que sigue en pie.
   

Oviedo bajo el Naranco, Peñerudes, el embalse de Los Alfilorios ...


     La primera cuesta por una canal donde pastan las vacas para subir a la majada del Toyu; el camino está ya algo perdido.


     Tras pasar por la vega de Toyu y atravesar entre los acebos y las espineras, subimos a una pequeña collada donde damos vista a la majada de Vega Campo.


     No recordamos claramente el camino, y seguimos para subir por una canal desde la majada de Vega Campo para ir  saliendo a la crestería. Abajo en sombras el desfiladero de les Xanes.


     Desde la cresta se ve la altura que hemos ido ganando. Saliendo de Peñerudes, a 450 metros de altitud, ya tenemos ventaja sobre el recorrido que hacíamos antiguamente: desde Oviedo en tren a Fuso de la Reina, a 50 metros sobre el nivel del mar; luego, por caleya y carretera a Peñerudes, ya debían de ser hora y media o dos horas más que el recorrido de hoy. Y hoy nos llevó desde Peñerudes dos horas y tres cuartos a la cumbre, y 850 metros de desnivel. ¡De jóvenes para esta salida superábamos 1.250 metros de desnivel!.


     Estamos en la cumbre, con un fuerte viento, que hace que no paremos mucho en ella.



      En el buzón de la cumbre recogemos una tarjeta de Monchu y Luis, del grupo San Bernardo de Turón. Luego sabré por el blog de Monchu que Luis es su nieto, y que ya disfruta, a sus pocos años, de subir montes y "esguilar" cualquier roca  que se le ponga delante. ¡Un niño que ya lleva en la sangre el espíritu montañero!

Placa de un montañero al que alcanzó un rayo en 1959

 En la cumbre hay una imagen de la virgen de Covadonga


     Otra vista de la llanura central asturiana hacia Llanera, Noreña y Pola de Siero. Se ve la cantera de Tudela Veguín y la vega de Olloniego ocupada por el polígono industrial.


Curiosa formación en un barrizal formado por montículos de "tapines" donde pisan las vacas.

Bajando hacia la majada de Vega de Campo



     Es época de puesta de sapos y ranas; en abrevaderos y en humedales aparecen estas puestas de huevos.


     Al subir apenas veíamos estas señales, pero al bajar las vamos viendo mejor. Son de los años anteriores a las marcas de senderos de pequeño y gran recorrido, y eran las que se veían en la época en que empezamos por el monte, dos rayas horizontales amarillas o puntos amarillos (así bastaba con un solo brochazo, je, je, je).


Con la luz de la tarde se ve mejor la torre de Peñerudes.

 El burrito blanco que nos saludó por la mañana.


     Ya en Peñerudes, en el barrio de la Boza, un hórreo nuevo con la firma de su autor, que construye con métodos artesanales los tradicionales hórreos asturianos.





Desde el embalse de los Alfilorios, vista a la Mostayal y despedida por hoy

     Como veis en la ficha de arriba el 20 de noviembre de 1972, una fecha más de aquel año, sin ningún significado especial hasta el 20-N de 1975, subimos 4 veces a la Mostayal y otras tantas al valle de los Acebos, les Xanes y la Gamonal, por la facilidad de ir en el tren del Ferrocarril Vasco-Asturiano (como se llamaba entonces) a Fuso de la Reina y de allí a la sierra del Aramo.
     Hasta ya bien entrados los años 90, no volvimos a Brañacé, porque se arregló una pista hormigonada que facilitaba el acceso en coche desde el pueblo de La Piñera. Creo que fue en 1999 ó 2000 cuando subí con Olaya a la cumbre desde Brañacé, mientras Aurora y Carmen quedaban por el valle de los Acebos. También fue para Olaya su primera cumbre, y ahora ya tienen ella y Carmen má ascensiones que yo a sus años.
      Hoy, 11 de noviembre de 2011, vísperas de nuevo de otro 20-N de carácter político, volvimos a la cumbre de la Mostayal; sólo han pasado 39 años de nada. Veo algo difícil poder volver dentro de otros 39 años, o sea que habrá que ir antes, ¿verdad?. 

     Estáis invitados a venir cuando queráis.
 

1 comentario:

  1. Muy bonito el post de hoy, y con historia además! Yo si no recuerdo mal, no conozco esa zona, o al menos, no la recuerdo... asíque ya que te gusta repetir, dentro de unos años-meses-lo que sea, sin llegar a dentro de 39 años claro, me toca a mi conocer la Mostayal! Un beso, de ya te imaginas quien! Marina GL

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