martes, 1 de noviembre de 2011

La cascada del Tabayón del Mongayu

Mapa del libro "La cordillera cantábrica" de J.Ramón Lueje, 1983

     No solo de "dosmiles" viven los Gómez-Lobo; hay muchos lugares a los que ir y de los que disfrutar. Yo quería hacer también una especie de "Lista de Aurora" de lugares a los que volver, o nuevos lugares que conocer en estas salidas montañeras, pero ... las mujeres veis las cosas desde otra perspectiva y para Aurora no es necesario plantearse unos objetivos del estilo "los 40 principales de..." o "los cien mas..." de los que yo soy más amigo. Por eso, uno de los lugares elegidos es este de hoy, del que vereis nuestra historia con él en las siguientes líneas.


     ¿Conocéis a esta chica?. No, no es Marina, es Aurora en 1.983, también en noviembre, la primera o segunda vez que fuimos a la cascada del Mongayo. En otra ocasión habíamos hecho un recorrido Aurora y yo desde Tarna para cruzarnos con Paco Gómez Marmol, mi  padre, que iba con  Jorge González, un amigo de aquellos años. Ellos subieron a Vega Pociello por la Ablanosa y pasaron al Mongayo; Aurora y yo al revés, desde Tarna a la Ablanosa. Así conocimos mejor la zona para preparar una salida con el grupo de montaña.


     Pues hoy volvemos, unos añitos después, Aurora y yo a dar un paseo por el bosque de Tarna en otoño. Fue una costumbre que cogimos aquellos años, y ya con las niñas también, de hacer una salida en otoño a los bosques, bien de Caso o de Somiedo, o a donde pintase en el momento.


     El camino es fácil de recorrer, entreteniéndose con el paisaje de las hayas, las praderías y los regatos, hoy con bastante agua después de la lluvia de ayer.

Amanita muscaria


     Ya tenemos a la vista  al Cuetu Negru, que separa este valle de la Ablanosa.



     Aparece a la vista la cascada; sólo nos queda bajar a las praderías en las que sólo queda una cabaña, ya con el techo caido y acercarnos a su base.


     Después de la lluvia quedan impresas en el barro las huellas; estas son de algún pequeño carnívoro, no sabría decir de cual, si gineta, garduña u otro.


     Aquí en detalle. ¿Alguien las reconoce?


     Los colores de las hojas hacen un precioso contraste, entre los verdes y amarillos y rojos y el tapiz del suelo.


     Cruzamos la riega y detrás ya tenemos la cola de la cascada.


     Subiendo a su base tenemos detrás al magnifico Tiatordos, con los picos del Campigüeños, la Carasca y la Senda entre otros.


     Ya estamos en la base de la cascada. El tiempo es frío, estamos en la sombra y sopla un aire fresco que ...  ¡fuuuiiiiiuuuu!


Al pie de la cascada

Fayona en la majada de Mongayo


     Nos despedimos de este mágico lugar; la cabaña que vemos es la última que conserva las paredes, pero el techo ya se cayó en parte y el invierno ayudará a que se caiga del todo. Se reintegra al suelo de donde salió, construída toda de piedra y madera.

El Cantu del Osu

El picu Maciédome


      


      Una foto como la del principio; a ver si dentro de otros 25 años localizamos de nuevo la valla de madera donde hoy hicimos esta foto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario