Sin madrugar, y con un tiempo bueno, pero con nubes altas, vamos a Lindes, concejo de Quirós, para intentar acercarnos a Peña Rueda.
Señalización de la ruta y el entorno de Agüeria |
Gran portalón con horno de una casa |
Curioseando la casa vacía |
El esfuerzo por señalizar las rutas es grande - y costoso, por el precio de los carteles-. Antes preguntabas a cualquier paisano por dónde se iba a tal o cual sitio; ahora muchos pueblos parecen vacíos, como aquí, en Lindes
Lampazo, planta de antiguos usos medicinales; sus bolas se pegan a la lana |
Fuente de abastecimiento a Lindes, arreglada por una Escuela-Taller |
Las revueltas del camino mejorado, porque antes era una pendiente directa hacia arriba, húmeda y embarrada.
Desvío hacia los puertos de Agüeria por la izquierda y hacia Manín de frente arriba. Siempre habíamos subido por Agüeria, y sólo en una ocasión, saliendo de Lindes, subimos a Peña Rueda por el Cuchillar, la larga cresta por el oeste de la peña. Hoy subimos por primera vez por aquí.
Helechos y plantas de arándanos, con las telas de araña moteadas de gotas de la niebla.
Llegamos a una primera zona de bosque, entre praderías intercaladas con grandes zonas de helechos.
Un gran claro de pradería que seguramente en tiempos se aprovecharía para siega; la niebla nos acompaña y sube con nosotros a la vez que ganamos altura.
Helecho real |
Al asomarnos a un prao sorprendemos a un corzo; apenas me da tiempo a hacer la foto y ya escapa a la carrera en rápidos saltos.
Portilla que nos adentra en el bosque |
El mundo encantado del bosque de hayas; siempre fresco, tapizado con hojas y fayucos, caminamos disfrutando de formas y colores de sus troncos.
Y llegamos a Manín Cimero; esperaba que hubiese más cabañas, y también más ganado, pero sólo oímos alguna esquila de vaca más alejada de la majada.
La niebla parece haberse parado con nosotros. No conozco el camino de subida y si no despeja ... Desde aquí se coje una vaguada hacia arriba hasta dejar la pradería y adentrase en el mundo de la caliza pura que es la parte alta de Peña Rueda. Esperamos más de una hora a ver si levanta la niebla.
Frutos, aún sin madurar y ponerse rojos, del espino albar |
Lirio |
Un abrevadero aprovechando bañeras en desuso, parece una instalación de jacuzzi ganadero.
De nuevo donde las primeras cabañas de Manín. Ya que no despeja la niebla y desde aquí aún quedan más de 900 metros de desnivel por terreno pedregoso, acabamos decidiendo bajar a comer a Cortes, donde hay un área de recreo.
Una mirada a la peña, con la capa de niebla agarrada a sus laderas. Seguro seguro que por la vertiente sur está el cielo despejado, pero ... ¡ estamos en la ladera norte, amiguín !.
La puerta de la cabaña con inscripciones ya del año 1963. En caso necesaro aquí hay cobijo de la lluvia o de la nieve, pero sin nada de confort.
La portilla que cruzamos antes, ahora nos da acceso a las praderías bajas saliendo del bosque.
Una madreselva se aprovecha para crecer por encima del acebo |
Escarabajo (no Volkswaguen) |
Llegando a Lindes por las revueltas del camino |
Modestos brezos |
De nuevo en Lindes |
La fuente, al pie del muro de la casona |
Un paseo por Lindes; el gran caserón está abierto. Alguien está ventilando la casa
Otras casas más modestas |
La pequeña iglesia de Lindes |
Al final comimos en el área de Cortes; las nubes seguían cubriendo las cumbres. Sigue pendiente Peña Rueda dentro de las cumbres de "Ubiña 58". Quiero subirla de nuevo, aunque como mencioné antes, habíamos subido por el Cuchillar con una salida del grupo Fariu que se nos hizo laaaaarga laaaaarga y que acabó también aquí, en Cortes.
¡Un saludo, amigos!
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